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Fíjate que me da a mi que el 2014 va a ser mi año (imagen c) @eltarrodeideas)

Fíjate que me da a mi que el 2014 va a ser mi año (imagen c) @eltarrodeideas)

Se acabó lo bueno, acaban las vacaciones, acaba la navidad y empieza la vida real, la normalidad.
Esa normalidad que imploramos cuando nos dicen de quedar una vez más. No, no puedo más, no quiero comer más, mejor quedamos para un cafelito, ya si eso como en casa y nos vemos después, que yo creo que tanto polvorón no me está sentando bien.
Vuelve el madrugar, el acostarse pronto, el llevar a los niños al colegio, el tener un horario para todo, sobre todo para comer y para dormir, que no sé a vosotros pero a mi tantos días de descanso me desestabilizan totalmente.
Han sido unas vacaciones increíbles. No han sido muy largas, pero lo suficiente como para olvidar completamente mi vida normal.
He tenido tiempo de recuperarme de la gripe, que yo no me iba a escapar, de dormir mucho, de descansar más, de disfrutar de mi cama a la que tanto echo de menos a diario, de pasar tiempo con mi familia, de aplastar mi sofá, de ver tres películas seguidas, de salir, de comer, de beber, de comprar, de recuperar recuerdos, de ver amigos a los que hacía mucho que no veía, de recibir buenas noticias. He tenido tiempo de ilusionarme, de cocinar, de comprar, de decorar, de coser, de regalar, de recibir regalos.
He empezado el año con una sonrisa, rodeada de gente fantástica, recordando mil historias y compartiendo momentos únicos y tardes muy divertidas.
He podido conectarme a internet y escribir, y leer, y disfrutar de mi gente acercándola con skype, y tomarme una copita de ron virtual. He desayunado muy bien acompañada y he bailado hasta el amanecer.
He disfrutado tanto que he vuelto a ser una niña, he patinado, saltado en la cama, me he pintado las uñas de muchos colores, y he conseguido por primera vez el Rey del roscón.
He engordado, eso seguro, pero me he ganado cada gramo a base de quedadas y de momentos de felicidad compartidos.
Y hoy he vuelto a la realidad, me he vestido de rojo para derrochar energía y poder contrarrestar la mala que alguien pudiera enviarme en mi primer día de trabajo y aquí también he recibido buenas noticias.
Leí hace algún tiempo que la felicidad está en las pequeñas cosas y esa filosofía es la que voy a aplicar. Superado mi primer día de trabajo, voy a por un segundo reto, que es mi clase de patinaje hoy, mañana será la báscula, con la confianza de que esos kilos de más se vayan reduciendo poco a poco y enseguida llega el finde. De nuevo tiempo para disfrutar y hacer lo que me parezca.

El 2014 no ha podido empezar mejor, muchas cosas buenas, muchas noticias alegres y muchas cosas que vamos a celebrar durante todo el año.

Como dice El tarro de Ideas en esta imagen, me da a mí que el 2014 va a ser mi año, y si no es, pues que no sea por no intentarlo, ¿no crees?

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#FELIZ2014

#FELIZ2014

Llega el fin de año y es inevitable hacer balance de lo que nos ha dejado el año que está a punto de acabarse.

Realmente no le puedo pedir más al 2013, ha sido un gran año, uno de esos que no se van a olvidar con facilidad.
Ha sido un año de buenas noticias, de trabajos, de reencuentros, de risas, de amigos, de grandes viajes, de experiencias, de buena salud, de bebés, de bodas…
Obviamente hay cosas que podrían ir mejor, pero siempre es así, siempre hay cosas que se pueden mejorar y para eso van pasando los años, para que podamos ir corrigiendo esas cositas que no nos han salido del todo bien.

 

A este año que entra tengo algunas cosillas que pedirle.
Quiero que los que quiero estén más cerca, que cada vez haya más gente a la que querer y que ese amor sea recíproco. Quiero trabajos que saquen sonrisas y que ese sea mi uniforme a diario. Quiero que se respeten las tradiciones y que se vayan incluyendo nuevas en mi vida. Quiero más salud, para mí y los míos, que las visitas a hospitales solo sean porque han nacido nuevos miembros en la familia. Quiero más bodas importantes, quiero más paellas, más reuniones con amigos, más días de reinonas, más lágrimas de risa, más vermuts, más gente para ir de “mercao”, más arrugas que reflejen carcajadas, más viajes, más experiencias, más aventuras, quiero apuntarme al gimnasio e ir, quiero saltar en patines, hacer paddle surf, salir más con mis “Amigas”, más rutas de senderismo, más canas de sabiduría, más vino.
Quiero seguir sorprendiéndome, quiero conocer nuevos lugares, más horas de teatro y musicales, más conciertos, más noches de verano, más acción. Quiero dormir bajo las estrellas, bañarme en un río, dormir sin preocupaciones, desayunar en el bar. Quiero enamorarme a lo loco y vivir con cabeza y quiero seguir haciendo muchas cosas por primera vez.

 

Feliz año nuevo