La temida despedida. #nosotrasquesomostannormales

Debería haber escrito algo relativo a las vacaciones, a la vuelta al trabajo, al bofetón de realidad que nos llevamos muchos el lunes, pero hay un tema que me supera sobremanera últimamente y este no es otro que: LAS DESPEDIDAS DE SOLTERAS.

A ver, que alguien me explique, ¿qué le pasa al mundo cuando llega este momento? ¿Nos volvemos todas locas? ¿queremos dar guerra porque sí? Distingamos entre varios grupos de mujeres.
LA NOVIA: hay muchos tipos de novias y muchos tipos de amigas de la novia. La novia deja el legado de la despedida a las amigas, generalmente a dos que son las que, en teoría, mejor la conocen. Hay novias que dan instrucciones sobre las cosas que NO QUIEREN, pero, aunque su opinión se escucha, no suele importar mucho cuando se organiza el evento.
LAS AMIGAS DE LA NOVIA: hablo de las cercanas, que muchas veces montan las despedidas que a ellas les gustaría tener y no las que la novia querría disfrutar. Me explico, si la novia ha dicho que no quiere streaper y ellas no lo han vivido, al final algo acaba cayendo.
LAS CONOCIDAS DE LA NOVIA: que vienen a la despedida y que están encantadas de poner mil pegas a lo que se proponga. No moverán un dedo y se quejarán por todo, además de que se sentirán intimidadas por lo que ahí pueda suceder y el tipo de gente que irá. Al final pagarán, irán a regañadientes y serán las que metan la mano más profunda en el paquete.
LAS FAMILIARES DE LA NOVIA: véase hermanas, tías, suegra, madre, etc. Estas son un capítulo aparte, porque parece que no han salido en su vida y que esta es la ocasión que tienen para desfogarse. Permitirán que las amigas le hagan perrerías a la novia y se comportarán como si tuvieran 14 años. Después se pasarán hablando del evento durante años.

Uniendo a todo este grupo selecto de gente suceden varias cosas. La más sencilla es que nunca nadie se pone de acuerdo y además se pide opinión para todo (gran error). Hay quien quiere de día, quien quiere un fin de semana, las que prefieren marcha loca toda la noche, quiénes quieren pasar un día tranquilo, aquéllas que con una cena se conforman, quiénes no quieren disfrazarse, etc.
Generalmente no se escucha lo que la novia quiere y a nadie le importa. Que la novia quiere un día tranquilo en la playita bebiendo mojitos??? Pues nada, montamos un fiestón por todo lo alto en la discoteca de moda hasta las cinco de la mañana, contratamos un autobús para que nos lleve y nos traiga y tan felices.

A mí, que me encantan las fiestas en general y organizarlas en particular me sigue pareciendo algo increíble y me llevan los demonios cada vez que tengo que formar parte de una. Será deformación profesional o que soy tontuna, pero siempre veo cosas que se pueden hacer de otra manera, que podrían salir más baratas pensando un poquito o que harían mucho más felices a las participantes.
Hay unas normas básicas que no se pueden olvidar:
Es una despedida para esa novia y ella debe ser quien diga cómo quiere vivir ese momento.
Está bien adaptarse al tipo de gente que va a ir a la despedida y en los gustos de todos, especialmente cuando tienes que coordinar horarios familiares o transportes.
No se puede pedir opinión por todo, una vez que se fije una fecha por la mayoría, el resto de cosas las deben decidir quienes la organizan. Hora, sitio, tipo de comida, dress code, precio, regalos, etc. Obviamente no todo el mundo va a poder ir, así que fija fecha con las personas que mayor grado de afinidad o parentesco tienen con la novia y el resto, lamentablemente, tendrá que adaptarse.
Si le das una vuelta a lo que se te ocurra, seguro que te salen ideas geniales y muy baratas. No es necesario gastarse 300 euros en la despedida, a veces con 30 salen fiestas increíbles.
No es lo mismo hacer una despedida cuando tienes 25 años que cuando tienes 35 o incluso 50, por lo tanto, piensa en ello cuando te disfraces, cuando elijas el sitio o incluso cuando pienses en las horas en las que vas a estar por ahí. Lo de los “miembros” en la cabeza puede ser gracioso con 20 años pero cuando vas a cumplir 40 está un poco fuera de lugar.
Intenta ser original, cena y copas es algo que puedes hacer mil veces con tus amigas.
Busca en internet ideas de decoración, temática, juegos, pide ayuda a todas las participantes y si eres participante, colabora en la medida de lo posible con quien lo está organizando, créeme es un trabajo muy complicado.

Yo tengo clarísimo cómo quiero que sea mi despedida y cómo quiero que cambie según la gente que venga. Obviamente mis amigas no escucharán todo lo que yo les diga, porque ahí también está un poco la gracia, en que consigan sorprenderte dentro de las pautas que tú hayas marcado. Pero sí espero que todo el que venga lo haga de muy buen humor, que no se tenga que dejar el sueldo en ese día y que sea un día para conocerse, reír, disfrutar de mis amigos y mi familia y sentirme especial por un día. ¿para qué se hace si no?

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Hola, ¿quieres ser mi amigo? #nosotrasquesomostannormales

Hola, ¿quieres ser mi amigo? #nosotrasquesomostannormales

Este fin de semana he estado pensando mucho en el significado de amigo y en cómo ha ido cambiando eso con el paso del tiempo.
Cuando eres un niño basta con jugar cinco minutos en el parque para que ese niño o niña se convierta en tu mejor amigo. No hay nada como acercarse a otro niño y decirle “hola, ¿quieres ser mi amigo? Y ya está, ya no hace falta nada más, es así de fácil.
Luego pasas al colegio y empiezas a forjar amistades “de toda la vida”, empiezas a tener a tus “mejores amigos” que, con suerte, durarán muchos años. Pasas a la universidad y entablas relaciones con gente que tiene intereses comunes a los tuyos y entonces las amistades se vuelven más selectas, más afines, más “como tú”.
Pero luego llegas al mundo laboral y la cosa empieza a cambiar, te plantas en un trabajo más o menos normal en el que acabas relacionándote con unas 10 personas habituales, quizás alguna más y te das cuenta de que tu círculo cada vez es más pequeño.
Si además has tenido la, llamémoslo desgracia, de irte fuera de tu ciudad a trabajar, o has roto con tu pareja después de muchos años estando juntos, la cosa se complica un poquito más.
A los adultos nos cuesta, en general, hacer amistades nuevas. Somos más puntillosos, somos más exquisitos, tenemos más prejuicios o simplemente, no somos capaces de romper nuestra zona de confort para decirle a alguien: hola, ¿quieres ser mi amigo?
Cada vez hay más gente sola, más gente dispuesta a hacer cosas pero con pocas posibilidades de hacerlo porque no encuentra la gente adecuada. Si te acabas de mudar a una ciudad, suele ser bastante complicado empezar una vida de cero cuando no conoces a nadie. Obviamente hay trucos y formas para superar esto, pero en general, depende de tu carácter y de lo que estés dispuesto a ceder.
Todo el mundo te dice: apúntate al gimnasio, haz algo que te guste… bla, bla, bla. Sí, la teoría es muy sencilla, pero esa gente seguro que no está en la misma situación que tú. Desde mi experiencia, la gente a los gimnasios no va a hacer amigos, como mucho a ligar, pero a hacer amigos no. Categóricamente, no.
Como he dicho antes, lo principal es la predisposición para conocer gente nueva, que a veces es muy necesaria. Cuando ya la tengas, el plan puede ser el siguiente:
1- Haz cosas que te guste hacer: así podrás conocer gente que se divierta con lo mismo que tú, ya sea cantar, correr, escalar, cocinar… las posibilidades son infinitas. Trata de encontrar gente compatible con tu forma de ser, obviamente no es algo que se encuentre en una tarde, pero funciona. Puedes buscar en asociaciones, foros, reuniones, convenciones, internet…

2- Desempolva tu simpatía: Cuando te acerques a alguien, sonríe. Háblale de algún tema referente a la afición que compartes con esa persona. Si tienes cosas en común, es más fácil conectar y escucha lo que esa persona tiene que decirte desde un punto de vista agradable y cercano.

3- Ten Paciencia: en un día no se hacen amigos. Puede costarte varias conversaciones, una película, unos cuantos cafés… poco a poco verás si tu relación con esa persona tiene futuro. Si es así, genial, si no lo es, a seguir buscando!

4- Habla con la gente: cuéntale que te acabas de mudar y no conoces nada, levanta el teléfono para llamar a quien te ha tendido la mano, no seas perezoso y apúntate a los planes que te surjan y trata a la gente como te gustaría que te trataran.

Yo he optado por pensar que no es necesario compartir todo con todo el mundo. Puedes tener muchos amigos para hacer cosas completamente distintas. Puedes tener amigos para ir de compras, para ver el fútbol, para ir a nadar, para tomar unas cañas…, cada uno de ellos puede ser bueno para una cosa en concreto y todos válidos al mismo tiempo.
Con la edad las cosas cambian, pero podemos simplificarlo todo y volver a la niñez y al “hola, ¿quieres ser mi amigo?”

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amigo invisible #petardis

amigo invisible #petardis

Una de las cosas que me hacen muy feliz cuando llega la Navidad es poder celebrar el amigo invisible con mis petardis.
Todo comenzó en la universidad cuando usábamos esto como excusa y nos comprábamos un regalo por 500 pesetas en los últimos días de clase. Puede parecer bastante para la época, pero con 500 pesetas había que calentarse bastante la cabeza para comprar un regalo en condiciones.
Fueron pasando los años y se redujo el número de participantes y se aumentó el importe a 20 euros.
Con el paso del tiempo quedamos cinco amigas y muchas ganas de pasarlo bien.
Los regalos se fueron haciendo más sofisticados y como somos así, decidimos ir poniendo temáticas según nos daba. Empezamos con el dorado, el rojo, el flúor, el animal print… todo siguiendo las modas y la posibilidad, al menos teórica, de que fuera fácil de comprar.
Este año hemos decidido rizar el rizo y ponérnoslo aún más fácil. Como estuvimos en un curso de scrap y salimos emocionadas, decidimos que fuera hand made (hecho a mano) y además que fuera estilo vintage, eso no sé porqué.
Lo mejor no es el regalo, lo mejor son los ratos que pasamos haciéndolos, los mensajes que nos enviamos para meternos presión las unas a las otras, las expectativas, el talento oculto de unas u otras, un montón de risas que se escaparon de golpe ayer por la noche.
Quedamos para cenar y para darnos el regalito. El sitio, increíble. Un restaurante en el centro de Elche en el que estuvimos tan agustito y en el que cenamos como auténticas reinas. Pero lo mejor siempre viene con el postre, empezamos a repartir los regalos y desde el primer segundo volvió la emoción y las risas.
Me tocó primero a mí, con un calendario de bomberos handmade y de estilo vintage hecho con mogollón de amor y de arte. Lágrimas de felicidad me caían, viendo que los bomberos volvían a mi vida y qué bomberos!!! Elegidos cuidadosamente por Bea, incluso aunque “su matrimonio corriera peligro” jajaja.
Yo preparé una diadema, colgante y percha para colgantes para Conchi, que espero le gustara y Conchi preparó para Bea un par de camisetas la mar de cuquis para ella y su pequeña Alma a juego. Como veis en la foto, más graciosas no se puede.
Y llegaron los regalos más esperados, los de Lidia y Rocío. Ellas los habían pintado tan mal de primeras y dijeron que eran un poco torpes con las manualidades que estábamos deseando ver el resultado. Como veis, ambos eran increíbles. Una cajita pintada a mano llena de cupcakes de calcetines y un joyero “estilo mexicano” también pintado a mano y con broches sorpresa dentro.
Nos quejamos mucho de la temática, pero luego siempre nos sirve para reírnos muchísimo y para demostrar que tenemos mucho arte oculto que estamos deseando sacar a la luz.
Es increíble que después de 15 años, sigamos manteniendo estas costumbres y sólo espero que pase lo que pase, podamos seguir manteniéndolas durante al menos otros 15 años más.
Os quiero petardis.